
Puro en mano y a portagayola, en la puerta, como un torero a la puerta de chiqueros. Así ha recibido el propietario del Asador Guadalmina, José Eugenio Arias Camisón, a una pareja de la Policía Nacional que se ha personado en su local sobre las 19:00 horas de este jueves, junto a los dos inspectores de la Junta de Andalucía que han regresado de nuevo.
"Este es un gobierno dictatorial, marxista y terrorista. No les tengo miedo porque ya he estado amenazado por ETA y tengo los cojones muy grandes". Estas son algunas de las lindezas que ha declarado el hostelero donostiarra a los más de 50 periodistas que hacen guardia frente al establecimiento desde el mediodía.
En tono muy desafiante, más bien chulesco y arrogante, Arias ha lanzado su enésimo desafío a la Junta de Andalucía: "Que tengan cuidado con lo que van a hacer, porque sería una prevaricación y mis abogados ya les han advertido", ha dicho sobre el cierre cautelar del local que le ha sido notificado por escrito.
"Que vengan el señor Griñán y la señora Montero a cerrarme, que yo voy a morir matando", ha amenazado el empresario insumiso a la hora de referirse al presidente del Ejecutivo autonómico y la consejera de Salud.
Tampoco han faltado las amenazas dirigidas hacia la alcaldesa de Marbella, la popular Ámgeles Muñoz: "He intentado hablar con ella para advertirle de los problemas que puede tener si la Policía Local viene también a intentar cerrarme".
Sorprendentemente, hasta ahora el Ayuntamiento ha guardado un silencio absoluto a pesar de que desde la Salud se le ha ofrecido la posibilidad de sumarse al expediente abierto para la sanción correspondiente.