En Manlleu, El Vendrell, Vic… la Plataforma per Catalunya de Anglada y Armengol, dieron su voto favorable al estatuto catalán afirmando que: “los concejales de PxC han decidido votar a favor de la tramitación del Estatuto porque entienden que es bueno para los catalanes y para nuestra Comunidad. En consecuencia votaremos Sí al Estatuto”.
Ahora, tras largos años, han pasado tres días desde que el Tribunal Constitucional ha dictado sentencia acerca del nuevo Estatuto, eliminando, entre otras consideraciones, varios artículos declarándolos anticonstitucionales. Es decir, la PxC apoyó un estatuto aprobado por el Parlamento catalán que, conscientemente, fue redactado desde la inconstitucionalidad, convirtiéndose, el angladismo, en parte y cómplice, de este aborto separatista.
Por ello, en virtud de su proceder y en aras a su credibilidad, supongo que Anglada y Armengol estarán presentes en la próxima manifestación soberanista convocada contra la sentencia del Tribunal Constitucional encabezando la marcha junto a Montilla y los Carod de turno.
Y no, no es que yo sea constitucionalista como el Partido Popular, ni que me considere representado por esta Constitución, sencillamente, considero que esta remodelación del Estatuto catalán sobrepasaba ciertos límites, límites que, como catalán que cree en la unidad, solidaridad e integración de los pueblos que forman España, no deben de ser tolerados.
Bien, como digo, han pasado tres días y la PxC no ha abierto la boca. En efecto, ha metido la cabeza bajo tierra, y ha callado, como vulgarmente se dice, como las putas. Lo cierto es que no me extraña, siempre hacen lo mismo ante problemas y situaciones donde cualquier organización política con auténtica vocación de servicio al pueblo debe de verdad posicionarse. Pero ya sabemos de qué pie cojea el amigo Anglada y su troupe.
Esta manera de hacer política certifica lo que muchos ya sabemos, es tal el popurrí que compone la PxC, que es imposible que se puedan posicionar sobre los temas que nada tienen que ver con la “morería”. Digámoslo claro, a todos ellos les une el “odio al moro”, les importa muy poco todo lo demás, que España se hunde: “apoyaremos lo que los catalanes decidan –dicen-”. O como dijo –estando yo presente- en cierta ocasión: “si alguien pregunta porque no está la bandera española en nuestro acto, diremos que está en la lavandería”.
Su diversidad interna es tal que no nos debería extrañar que algún día SOS Racismo denuncie a quien se oponga a Anglada por no respetar su diversidad y su plural colorido: independentistas, españolistas, tradicionalistas, ateos, peperos, convergentes, sionistas, nazis…
Anglada lo tiene claro, si hay que vender españolismo, se “vende”, solo depende de quién sea el posible “comprador”. De casta le viene al galgo. Si hay que ponerse la bufanda del Espanyol, pues se pone, si hay que ponerse la del Barça, pues también; si hay que apoyar a las selecciones catalanas, se defienden, si hay que decir que no, también vale; si hay que hablar bien de Franco, se habla, si hay que decir, que eso fueron cosas del pasado, pues se afirma… a vender, y a no complicarse con temas “incómodos” y “delicados” que no le puedan hacer perder votos.
Pero hay, hay temas, amigo Anglada, en los que no se trata de vender, sino de tener Principios, y uno, como yo, puede ser Identitario, y cabrearse ante posicionamientos anticatalanes que surgen de la sinrazón, pero ser Identitario no es ser “separatista”, ser Identitario no es venderse por cuatro putos votos. Existe la Dignidad, la Lealtad y existe España, y España, enemigo Anglada, no se negocia, no se somete a urnas ni a inventos políticos. España –tal y como yo la concibo, plural y unida- no se toca.
Creo en la refundación de España en una República Social donde no se cuestione su unidad y las identidades estén reconocidas y amparadas, y creo en la voluntad integradora de todos los españoles en una unidad de destino que nos haga más grandes y más libres junto a todos los demás pueblos de Europa. Y en estas creencias sobran los separatistas y los separadores, pero también sobran los tipos como tú, oportunistas, pragmáticos, que engañan a cualquiera para salir en la foto y sentarse en una poltrona manchada de indignidad.
Tu silencio ante la sentencia del Tribunal Constitucional me repugna, pero también me repugnan los que, sabedores de tus silencios, te dan voz; los que te cobijan en sus madrigueras; los que pierden el culo por hacerse la foto contigo; los que me llamaban a mí y al MSR “separatistas”, y ahora te hacen la ola; los que nos piden que no nos presentemos a las elecciones para favorecer tu “seguro éxito”; los que te apoyan y callan ante tus derivas mesiánicas y ante tu insulto constante a España y a la inteligencia por cuatro cochinos votos.
Autor y fuente: Juan A. Llopart para TdE
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